Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre
verdadero, en quien creo, en quien espero, a quien amo más que a mi vida, más
que a mi alma, más que a todas las cosas: me pesa, Señor, de haberos ofendido,
porque sois infinitamente bueno, misericordioso y digno de ser amado; yo
propongo firmemente la enmienda, de nunca más pecar, apartarme de toda ocasión
de ofenderos; prometo confesarme, cumplir la penitencia que me fuere impuesta,
ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados y
prometo también ser esclavo vuestro y de vuestra Santísima Madre, bajo cuyo
amparo deseo vivir y prometo morir. Amén.
Santo Niño del Remedio,
dulce emblema de ternura,
encanto del alma mía,
mi amor, mi bien, mi ventura.
Remedia todos mis males,
atiende mis peticiones,
consuela todas mis penas
y escucha mis oraciones.
En tanto que, reverente,
Niño Divino y Glorioso,
te digo con alma y vida:
Salúdote Niño hermoso.
Este saludo o advocación se repetirá diez veces, y al final de
cada decena se rezará: un Avemaría y el Gloria Patri.
ORACIONES FINALES:
Terminando las 5 decenas del Santo Rosario se termina con un Padrenuestro, un Credo y una Salve.
Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
R: Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
Dios te salve, Reina y Madre de
misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos
los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este
valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos
tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto
bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen
María!
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de
Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
ACTO DE AMOR
A LA
SANTÍSIMA VIRGEN
Quisiera, Virgen María,
Madre mía muy amada,
Tener el alma abrasada
En vuestro amor noche y día.
¡Oh, dulce Señora mía!
Quien tuviera tal fervor
Que aventajara en ardor
A los Serafines todos,
Amándoos por cuantos modos
Inventó el más fino amor.
R. Amén.
Hacer aquí:
EL TRIDUO EN HONOR AL SANTO NIÑO DEL REMEDIO
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